
Este año los Óscars han premiado a esta película británica, obra maestra del séptimo arte. Si grande es el guión, los actores son enormes.

Colin Firth simplemente se sale. Es un regalo para los sentidos. Totalmente creíble en su papel de George VIII. Geoffrey Rush genial, como siempre. Y Helena Bonham Carter... única, como siempre.

Mi más sincera enhorabuena a todo el equipo que hizo posible esta película y, muy especialmente, a Colin Firth. Premiado (¡por fin!) tras una larga carrera repleta de títulos imprescindibles.
Espero que el cine europeo vaya cogiendo peso en la industria cinematográfica y nuestras carteleras (las españolas) compren menos americanadas y más cine europeo!!!